Me pesa la vida y es casi imposible soltarla. Decidir, un gusto que pocas veces nos damos...

A veces las lagrimas se convierten en un dolor tan profundo que pasa a ser físico. Cómo decir que no me duele el alma. Si, la tengo anestesiada.
Buscar el equilibrio entre el sentir y persuadir la mente, suele ser más complicado de lo que parece.
Difícil llorar sin un aguante, cuando tu mismo eres tu consuelo, cuando no queda  otra que dejarlo salir y darte palmaditas en la espalda. Sencillamente te derrumbas y  ¡Te liberas! Es necesario sentir dolor para reconocer el AMOR, o sino que sentido tendría?

Cuando sientas que tu mundo se cae pedazos... decir que no lo tomes en serio sería una insensatez de mi parte. ¡Pero! Qué es lo peor que podría pasar ante X situación? Quizás pensarlo traiga paz. Para que complicarnos con lo que no podemos controlar? REINVENTATE! Una y otra vez. No está mal caer, siempre y cuando no dejes de levantarte, "No te amañes con la piedra de tropiezo".
Ok, lo hacemos y se nos da por analizar el golpe mil veces ¿Para que  mirar hacia atrás?  Pensemos que es un especie de Sodoma y Gomorra si  volteas a observar lo que ocurrió en tu pasado, puedes que quedes inmóvil. "No mires tras de ti... escapa al monte, no sea que perezcas", (Génesis19:17).
Según esta historia la esposa de Lot ,"Miró atrás", y se volvió estatua de sal. Tú eliges si quedarte en el lodo como los cerdos ó alzas las alas como el águila,  en un campo que aunque sea rocoso y adverso se disfruta del vuelo y de la  emoción de VOLVERLO A INTENTAR.

Date el gusto de decidir que sentir, como sentir y lo más importante como reaccionar.
Es un plus que viene en la cajeta de empaque sólo que no nos detenemos a leer las instrucciones.

By SLM.